Con ayuda de arneses, cuerdas y anclajes en altura recuperaron los techos de la Compañía de Jesús

 

Integrantes de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Agencia Córdoba Cultural, asistidos por miembros del Departamento Unidades de Alto Riesgo (DUAR) de Bomberos, realizaron complejas tareas de limpieza y mantenimiento en los techos de la Compañía de Jesús.

Se trata de uno de los edificios que integra la Manzana Jesuítica de cuya conservación se ocupa el Gobierno de Córdoba, responsable del patrimonio arqueológico, histórico, artístico y paisajístico y de los bienes que lo componen, según lo establece la constitución provincial.

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Alfonso Uribe, del área de Patrimonio Cultural de la Agencia Córdoba Cultura, explicó que en oportunidad de un relevamiento que se hizo con gente de la Universidad de Córdoba, “se detectó que había algunos pluviales tapados, que bajaban del techo de la Iglesia de la Compañía y recorrían el techo del Salón de Grados”.

El diagnóstico inicial fue concluyente: además de la vegetación que había crecido en lugares que debían estar despejados, las palomas, que en Córdoba son plaga, habían colaborado para tapar canaletas con nidos, plumas y deposiciones.

Fue necesario planificar en detalle el acceso a los techos, una tarea compleja por la altura. Por ese motivo participaron efectivos del DUAR quienes establecieron los anclajes seguros para que subiera el personal de la Dirección de Patrimonio Cultural.

De paso, se retiraron también antiguos reflectores que ya no se utilizaban para evitar humedades y trabajadores de la Casa de Trejo aprovecharon para limpiar el techo del Salón de Grados.

El antiguo complejo de la Manzana Jesuítica, junto con las estancias homónimas, fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en noviembre del año 2000 en Australia.

Comprende no sólo la antigua sede de la Universidad Nacional de Córdoba, sino también la Iglesia de la Compañía de Jesús, la Capilla Doméstica, la Residencia y el Colegio de Monserrat.

La construcción de la Iglesia de la Compañía de Jesús demandó 30 años. Participaron europeos, indígenas y esclavos africanos. Es característica la sobriedad de la fachada, aunque el interior deslumbra con la exótica forma de su bóveda, similar a la quilla de un barco invertida realizada en madera de cedro paraguayo dorado.

Trabajo en equipo

Para preparar la intervención, personal de la Dirección de Patrimonio y del DUAR compartieron una jornada de capacitación, donde intercambiaron conocimientos.

Trabajadores de Patrimonio expusieron sobre la historia y particularidades del edificio histórico, y posteriormente los bomberos explicaron cuáles serían los medios y medidas de seguridad que se utilizarían como así también la resistencia de los equipos que participarían de la intervención.

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